Revisión de las políticas públicas relacionadas con energización rural, desarrollo social y económico rural y reducción de la pobreza en el chaco paraguayo

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Informe:

preparado en el marco del proyecto ‘Crecer con Energía’ (CCE), apoyado por el programa COOPENER de la Comisión Europea, septiembre de 2006

Autores: V. Oxilia, W.F. Lutz, S.J. Saberi, C. Vega

El chaco paraguayo es parte del Gran Chaco Suramericano y ocupa la mayor parte del territorio nacional. La región es caracterizada por una escasa población – en una buena parte, nacionalidades indígenas que viven generalmente en comunidades dispersas – y por una actividad económica poco expresiva (a excepción del Chaco central, donde se tiene un polo de desarrollo agroindustrial y lácteo). En la mayor parte de la región chaqueña, las dificultades, que se tienen en el ámbito nacional, relacionados con la educación, el empleo, la salud, el acceso a la tierra, la falta de las infraestructuras físicas y la seguridad alimentaría son aún más graves que en el resto del país. Entre los problemas más acuciantes de la región son la falta de agua y de las bajas tasas de cobertura del servicio de electricidad.

Existen varias áreas sociales críticas que se relacionan con el desarrollo rural. Sin embargo, las políticas del área social han estado dispersas en diversas reparticiones y entidades públicas. En el año 2003, el Gobierno creó el Gabinete Social con el objetivo de velar que los programas sociales tengan relación con la lucha contra la pobreza y que las organizaciones actúen de manera cooperativa y convergente.

En la primera parte del estudio se presentan las políticas públicas relacionadas con la energización rural; el desarrollo socioeconómico y reducción de la pobreza – con énfasis en la región chaqueña, el marco institucional y el rol de los actores. Áreas abordadas incluyen: (i) la reforma agraria y el desarrollo rural e indígena, (ii) las políticas de infraestructuras físicas (agua, energización rural, infraestructura vial), (iii) el microemprendimiento y el apoyo al sector productivo y (iv) la cooperación internacional.

En la segunda parte, se ha realizado un análisis de las políticas del Estado, de la cooperación internacional y del marco institucional, con énfasis en las modalidades de intervención de los principales actores. Con base de este análisis, se destaca la falta o poca coordinación entre los organismos para el desarrollo de programas y proyectos. Se infiere que una de las causas más importantes de la falta de cooperación entre los diferentes actores, sobre todo estatales, es la fragmentación y compleja distribución de atribuciones entre diversos organismos del sector público. En la mayor parte, las atribuciones son específicas y a veces muy restringidas, mientras que existe en algunos casos un solapamiento de atribuciones entre algunos organismos.

En la tercera parte se presentan algunas reflexiones y recomendaciones. Los principales problemas detectados se refieren a: (i) la dificultad de implementar un proceso de descentralización del gobierno y (ii) la dificultad de definir e implementar políticas de energización rural con una visión convergente, debido al marco institucional del sector energía vigente y la carencia de una agenda básica convergente y acordada. En lo atinente al desarrollo de la infraestructura en el chaco paraguayo, los aspectos de energía, agua y caminos parece ser una trilogía vital para el desarrollo y son aspectos que aún no están resueltos.

Las recomendaciones del estudio se refieren a: (i) continuar con el proceso de creación de un marco institucional que facilite la coordinación en los niveles de decisión y de acción, sea en el ámbito intrasectorial o intersectorial; (ii) la creación de comisiones intersectoriales, en base de acuerdos formales y de una agenda política definida; (iii) incrementar las relaciones entre el gobierno central y los gobiernos departamentales, con orientación hacia una participación creciente de los gobiernos subnacionales en las políticas, los programas y proyectos, y (iv) reconocimiento de las estructuras de la organización rural como base para el establecimiento de un diálogo con las comunidades. Se recomienda – con el objetivo de fomentar las actividades productoras – referirse a experiencias históricas, en particular de la economía solidaria y del cooperativismo. Sería importante – por otra parte – considerar incentivos para el empleo de las energías renovables en los programas y proyectos de desarrollo y energización rural.

El estudio se fundamenta en la revisión de documentos, así como consultas y entrevistas con representantes y técnicos de varios organismos.

Autores: Victorio Oxilia Dávalos, Wolfgang F. Lutz, Samir J. Saberi, Clara Vega Meza.